Pastillas Para Dormir

Pastillas Para Dormir

Hay estudios que aseguran que 4 millones de españoles tienen problemas crónicos para conciliar el sueño y, la mayoría, toma o ha tomado en algún momento pastillas para dormir. De hecho, el insomnio es cada vez más común aunque se presenta de manera diferente, según las personas y las situaciones.

Por ejemplo, según la Sociedad Española de Neurología, el 30% de la población adulta en nuestro país padece dificultados ocasionales para dormir. Cuando esta situación se alarga durante más de 6 meses, se trata de insomnio crónico y afecta entre un 10% y un 15% de los españoles.

El insomnio y las pastillas para dormir

Una persona sufre insomnio cuando no disfruta de un sueño reparador y ello afecta a su vida diaria. Hay veces que de detecta por la dificultad para conciliar el sueño a la hora de dormir. Mientras que, otras veces, se trata de despertares repentinos durante la noche con imposibilidad de seguir durmiendo. En ambos casos, se puede recurrir al apoyo puntual de medicamentos pero siempre bajo supervisión médica. Automedicarse con pastillas para dormir nunca es una buena decisión.

El insomnio de conciliación suele estar directamente relacionado con el estrés o la ansiedad y suele tener mejor pronóstico. Por el contrario, el que provoca despertares súbitos puede asociarse a la depresión y a veces necesita medicación pautada por un especialista.

En cualquier caso, nunca debe abusarse de las pastillas para dormir y los expertos desaconsejan su uso durante más de 12 semanas. La razón es que crean dependencia y tienen, además, efectos secundarios. Siempre debe estar supervisado por un especialista y se deben extremar las precauciones durante su administración porque tienen efectos sedantes, depresores del sistema nervioso, favorecen las caídas, las apneas y, según algunos estudios, puede llegar a provocar Alzhéimer.

Ante episodios de insomnio, lo mejor es averiguar dónde está la raíz del problema. Por ejemplo, ansiedad, depresión, episodios de tristeza, embarazo, consumo de drogas o alcohol… Es importante, en una primera fase, que el especialista determine la causa de los problemas de sueño. Si éste le receta pastillas para dormir, es conveniente que las compagine con hábitos que ayudan a mejorar la calidad del sueño, como rutinas, vida saludable, etc.

El uso de las pastillas para dormir.

En cualquier caso, es España existen medicamentos para dormir que se venden sin receta, como los antihistamínicos. Suelen usarse para combatir las alergias y su efecto sobre el sueño se va diluyendo con el tiempo. Además, el paciente que los toma puede sentir cansancio o mareos o padecer problemas de memoria en ancianos.

En cuanto a los medicamentos para dormir recetados por el médico, también conocidos como hipnóticos, deben estar pautados y controlados por el especialista. Casi todos pueden llegar  a crear dependencia y al inicio las dosis deben ser muy bajas y suministrarlas un máximo de 3 días a la semana. Tampoco es conveniente suspender el tratamiento de golpe, ya que puede provocar síntomas de abstinencia y agravar el insomnio.

Por otro lado, los medicamentos hipnóticos suelen provocar somnolencia o mareos, confusión o falta de memoria, problemas de equilibrio y falta de atención. Todo ello es extremadamente peligros si nos disponemos a conducir, trabajar con maquinaria peligrosa, cuidar a niños o personas mayores, etc.

Hay medicamentos para la depresión que, en dosis muy bajas, se recetan a veces para dormir mejor. Suelen provocar menos dependencia, pero también deben estar prescritos y controlados por el médico.

Nombres de pastillas para dormir.

Los medicamentos para dormir más habituales son  Zolpidem, Eszipiclone, Rocerem, Sonata, Silenor y Benzodiacepinas y todos ellos se distribuyen con diferentes nombres comerciales en los distintos países. En cuanto a los antidepresivos que, como decíamos, se suelen recetar también para combatir el insomnio, son Remeron y Desyrel.

Todas etas pastillas para dormir pueden ser, bajo prescripción facultativa, muy efectivas a corto plazo para conciliar mejor el sueño pero nunca deben tomarse por iniciativa propia y sin supervisión ya que la población en general no conoce su composición ni efectos secundarios.

En cualquier caso, llame al médico si durante su administración siente síntomas como confusión, euforia, nerviosismo, problemas de concentración, pérdida repentina de habilidades, somnolencia durante el día o falta de memoria.

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