Remedios Para Dormir

Remedios Para Dormir

Pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo o, por lo menos, intentándolo. Son muchas las personas que recurren a productos para dormir, naturales o no, para vencer algún tipo de insomnio puntual o crónico. Pero, independientemente de los productos naturales y los fármacos, hay una serie de remedios para dormir, que pueden sernos muy útiles.

La mayoría de ellos están pensados para conciliar el sueño más rápido, aunque es verdad que a veces el insomnio se presenta en forma de despertares repentinos en mitad de la noche que nos impiden volver a dormirnos de manera inmediata. Todo esto puede ayudarte a recuperar el sueño pero, si el problema persiste, no dudes en consultar el problema con tu médico.

La importancia de dormir y descansar bien

Si no dormimos bien o no descansamos durante la noche perdemos parte de nuestra capacidad para trabajar o estudiar, además de estar irritables y con un aspecto poco saludable. De hecho, un insomnio prolongado puede acabar acarreando problemas de diabetes, obesidad o depresión.

Está claro que pasar mal una noche, no es un problema. El problema viene cuando esto pasa siempre o a menudo, durante un periodo prolongado de tiempo. Es ahí donde empiezan a surgir los contratiempos serios, relacionados con nuestra salud física y mental.

Así que, vamos a enumerar una serie de recomendaciones que pueden ayudar a tu cuerpo y a tu mente a prepararse para el sueño y a descansar mejor. Pruébalo, antes de comenzar a pensar en consumir productos para dormir.

Establece rutinas para dormir

Somos animalillos de costumbres y es importante que el cuerpo sepa cuando debe prepararse para ir a dormir. De esta manera puede por sí solo proceder a relajarse e ir desvinculándose del estrés. Así que establece horarios para acostarte y levantarte, para equilibrar tu cuerpo y tu mente. Además, te aconsejamos que dejes de trabajar cuando cae el sol para que tu cuerpo se relaje y tu mente desconecte. Al atardecer puedes hacer otras actividades lúdicas o deportivas o disfrutar de tu familia.

También conviene dejar a un lado las cosas que nos preocupan o que tenemos pendientes, pero la mente a veces no es capaz de desactivarse en este sentido. Los expertos recomiendan llevar un pequeño diario donde apuntar todas estas cosas. Sabiendo que queda escrito y que mañana estará ahí, nuestros pensamientos se relajan.

Por otro lado, es aconsejable hacer ejercicio físico de manera regular para cansar al cuerpo. Pero, eso sí, nunca dos horas antes de ir a dormir porque nos reactivará y lo que buscamos es, justo, lo contrario.

La alimentación también afecta al sueño

Dentro de lo que llamamos productos para dormir, también se enmarcan los alimentos naturales. Los expertos recomiendan, si tenemos problemas para conciliar el sueño, aumentar la ingesta de magnesio. Lo encontrarás en las semillas de calabaza o en verduras como la acelga y la espinaca.

Por otro lado, la infusión de manzanilla relaja y ayuda a combatir la ansiedad. Puedes tomarla antes de dormir, preparándola con manzanilla natural hervida en 250 centilitros de agua. De la misma manera, te recomendamos no ingerir productos con cafeína o muchas grasas antes de acostarte. Pueden perturbar tu sueño.

Lo ideal es evitar cenas copiosas que generan digestiones pesadas que afectan al sueño, pero tampoco te vayas a la cama con sensación de hambre porque puede provocar que te despiertes en mitad de la noche con ansiedad por ingerir algo.

Sigue unas pautas correctas con el sueño.

Descansar después de comer durante 20 o 30 minutos es una costumbre saludable que nos ayudará a conciliar mejor el sueño por las noches. Esta pausa resetea el cuerpo y la mente y nos ayuda a acabar mejor el día. Por otro lado, lo ideal es dormir 7 horas seguidas por la noche aunque todo lo que oscile entre 6 y 8 horas, está bien. Si, por ejemplo, una noche te acuestas tarde, intenta recuperar el sueño por la mañana para compensar.

En cuanto al entorno, usa la habitación solamente para dormir, no para trabajar, ver la tele, comer… Crea allí un ambiente relajado, con un buen colchón y unas almohadas confortables, sin exceso de luz ni ruidos y usar ropa cómoda para dormir. En cuanto a la temperatura, mejor frío que calor. Este último interrumpe nuestro sueño, nos hace sudar y nos deshidratamos. Si nada de esto es suficiente, consulta con un especialista antes de tomar productos para dormir.

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