Si el insomnio es la dolencia que nos impide dormir de forma continuada durante las horas que necesita nuestro cerebro; hay una serie de consejos que le ayudarán a evitar este problema sin tener que caer en el error de abusar de una serie de medicamentos que terminan provocando problemas de salud de diversa importancia como el daño renal, hepático o digestivo.
A continuación le recordaremos una serie de conductas que debería añadir a su rutina diaria para que su cerebro vaya entrando en “modo sueño” a medida que las vaya realizando. Como comprobará, todas ellas son muy fáciles de poner en práctica y dan espléndidos resultados. Comenzamos.
Es conveniente evitar hacer deporte antes de dormir. La práctica deportiva genera endorfinas en su cerebro que, aparte de bienestar, lo llenan de energía por lo que sería adecuado no tener actividad física unas cuatro horas antes de ir a dormir para que su cerebro vaya relajándose de modo gradual.
El ambiente de su dormitorio es más que importante. Olvídese de tener una televisión, de poner la radio o de que entre demasiada luz por la ventana. La melatonina hace que su cerebro identifique oscuridad y tranquilidad con dormir por lo que cuanto más ayude a su mente a comenzar a desconectar mejor será. Evite tener su teléfono móvil en la mesita de noche o, en su defecto, use el modo avión para evitar que un mensaje o llamada le despierte. Lo mismo sucede con las mascotas. Cualquier animal puede desvelarle al moverse, querer salir de la habitación, ladrar o maullar por lo que es aconsejable que duerman siempre fuera de su dormitorio.
Cree su propia rutina para irse a dormir y repítala cada día. El cerebro, como venimos indicando, reconoce cuándo necesita comenzar a desconectar. Se aconseja ducharse con agua caliente o bañarse para lograr que la musculatura se relaje y así poder conciliar el sueño más fácilmente. Intente acostarse siempre a la misma hora. Si le gusta leer un poco antes de dormir hágalo. Usted mismo notará como siguiendo siempre los mismos pasos va logrando dormirse cada vez antes.
Su cerebro tendrá que identificar su cama como el lugar idóneo para dormir. Si tiene la mala costumbre de trabajar, por ejemplo con un ordenador portátil, en la cama o usa este mueble para otro tipo de actividades mentales es más que probable que no logre su objetivo. Es importante recordar la lapidaria frase “de buenas cenas están las tumbas llenas”. Es decir, no cene una cantidad enorme de comida porque la digestión será muy pesada y su cerebro no podrá desconectarse tan fácilmente. Recuerde evitar el alcohol si pretende dormir bien por el mismo motivo. Una cena ideal debería tener alimentos como los huevos, la leche o los plátanos, ya que provocan sueño gracias a su contenido en triptófanos. De esta manera estará también apostando por unos somníferos tan naturales como saludables.
Es también muy importante controlar la temperatura de su dormitorio. Tanto si hace frío como si hace calor, debe tener en cuenta que la temperatura ha de ser la adecuada. Evite dormir con la calefacción, o el aire acondicionado, encendido y apueste por la ventilación de la habitación durante los minutos previos a irse a la cama.
Si necesita alguna ayuda extra olvídese de acudir a la farmacia a pedir la clásica pastilla que le ayude a desconectar. Como mucho, apueste mejor por ir a la herboristería y tómese una infusión de valeriana, pasiflora o similar. Su cuerpo las admitirá mejor y logrará el mismo resultado que tomando cápsulas que, precisamente, contienen unos derivados de las mismas plantas mezclados con conservantes y otros químicos de dudosa procedencia e inciertas incidencias en su estado de salud.
Esperamos haberle aclarado algunos términos sobre las distintas maneras que hay de conseguir conciliar el sueño de una manera más natural y efectiva. Sea usted el que elija pero, como habrá visto, salvo en el último caso, no habría que perder ni un solo céntimo en productos que prometen mucho y que dañan su organismo. Opte por las hierbas tradicionales si lo necesita pero siempre tras haber intentado seguir estos consejos que, a buen seguro, le servirán para poder dormir plácidamente.