Nuestro cerebro se encuentra en constante funcionamiento los trescientos sesenta y cinco días al año y las veinticuatro horas del día. Realmente nunca se detiene, incluso mientras dormimos continúa formulando ideas o pensamientos en la forma que adquieren los sueños. Aunque tras una buena noche de descanso reparador nos sentimos renovados, a veces como si nos hubieran quitado diez años de encima, y eso es porque, a pesar de que la mente no repose y prosiga accionándose a toda máquina, el cuerpo si lo hace; lo que nos lleva a poder diferenciar entre cansancio físico y mental.
Se habla mucho sobre los factores que influyen en el buen desarrollo del descanso, tales como adoptar una postura cómoda y correcta al dormir, focalizarse en las respiraciones y en su sonido, desconectar por completo la imaginación y evitar reflexionar sobre palabras, comportamientos y actitudes que hemos llevado a cabo a lo largo del día o sobre recuerdos que nuestras ocupaciones diarias y actividades cotidianas nos impiden rememorar. También hay un gran número de técnicas para dormirse con mayor facilidad pululando por internet, siendo una de ellas y de la que vamos a hablar en específico aquí la técnica “4-7-8”.
Dicha técnica es bastante sencilla y consta de seis pasos, que vamos a describir resumidamente:
-El primer paso es cerrar los ojos y posicionar la lengua en la parte superior de la boca, prácticamente en contacto con los dos dientes delanteros.
-El segundo es comenzar a exhalar por la boca, tratando de imitar un sonido similar a un zumbido.
-El tercero es respirar suavemente por la nariz y contar hasta cuatro.
-El cuarto es retener la respiración y contar hasta siete.
-El quinto es exhalar a la par que contar hasta ocho y producir nuevamente un sonido de zumbido.
-El sexto es repetir el mismo procedimiento en tres ocasiones.
La técnica 4-7-8 fue creada y desarrollada por Andrew Weil, un reconocido experto en medicina integrativa, que es una fusión entre medicina natural y convencional. Él aconseja llevar a cabo esta fórmula durante aproximadamente un mes para controlarla mejor y más fácilmente. Además de ser una técnica con enorme utilidad para conciliar el sueño, también la podemos usar si de repente nos sentimos agobiados o con mucho estrés acumulado, ya que no solo ayuda a dormir, sino también a entrar en un profundo estado de relajación.
Algunos de los ejercicios o prácticas que nos favorecerán para tener una mejor experiencia en el descanso son los siguientes:
-Dejar que pase una hora entre la cena y el momento de acostarse para que el cuerpo haga correctamente la digestión y no nos levantemos a la mañana siguiente con el estómago pesado.
-Intentar irse a dormir todas las noches a la misma hora para mantener una constancia y rutina en el horario de sueño y evitar así sentirnos excesivamente cansados, eludir a toda costa acostarse un día a las dos de la madrugada y al día siguiente a las diez, no solo generará un desajuste importante en el sueño, sino también en las funciones que realiza el cuerpo y en las que tú protagonizas en el día a día.
-Apartar el teléfono, ponerlo en silencio o en modo vibración y alejarlo de la cama, es muy poco recomendable tenerlo enchufado cerca, además de por las ondas que este emite, por la luz que surge de la pantalla en cuanto recibe una notificación o por la tentación de cogerlo y enviar un mensaje, lo cual no hace más que perturbar el sueño.
-Si notas que se te dificulta dormir más de lo normal, trata de centrar la mente en un pensamiento concreto, un pensamiento agradable que te transmita paz y tranquilidad, ya sea un lugar que te guste mucho visitar o un momento feliz de tu vida, relaja y siente tus extremidades, visualiza la grata sensación de la suavidad de las sábanas y las mantas contra la piel y, poco a poco, te verás arrastrado hacia el mundo de los sueños.
Nuevamente, esta técnica es efectiva para todos, pero está principalmente enfocada en personas bajo altos niveles de estrés o ansiedad y con tendencia a sobre analizar determinadas situaciones. Si bien todos la pueden poner en práctica para relajarse.