La importancia de dormir y descansar bien

La importancia de dormir y descansar bien

Dormir y descansar correctamente son dos acciones necesarias para que su cerebro y su organismo logren recuperarse del esfuerzo diario y para que ambos logren estar a punto para afrontar su rutina diaria ya sea de trabajo o de su actividad personal preferida.

¿Cómo afecta el insomnio a su salud?

El primer factor es el del cansancio. Estar cansado no es sólo un estado físico sino también mental. Si no duerme bien su cerebro funcionará a un ritmo más lento por lo que no podrá concentrarse en su trabajo. Tampoco será capaz de tomar decisiones y finalmente no logrará sacarle partido a su jornada de trabajo.

Pero no queda ahí el problema. No dormir bien está directamente relacionado con un elevado estado de ansiedad, precisamente provocada por el insomnio, e incluso podría degenerar en depresión profunda. Igualmente importante es conocer, a través de la pareja, si tiene apneas ya esta circunstancia puede provocar problemas serios en su sistema cardiovascular.

¿Qué se entiende por “dormir bien”?

El sueño reparador no siempre tiene relación con el tiempo que duerme. Se usa este término para calificar a un sueño sin interrupciones y continuado. Es decir, si logra dormir tres horas seguidas sin despertarse estará en esa fase de sueño profundo que necesita su cerebro. Dependiendo del número de horas que logre estar en este estado se podrá deducir si duerme, o no, bien.

¿Es positivo dormir la siesta?

Aunque no lo parezca, la siesta no es sólo una costumbre sino una necesidad. El ser humano no siempre duerme todo el tiempo que necesita. Dormir un rato tras la comida puede saldar esa deuda de sueño reparador y volver a reactivarnos para el resto del día. He ahí su importancia.

¿Cómo afecta la disposición de mi dormitorio a mi forma de dormir?

De varias maneras. Primero porque, aunque parezca insólito, en muchas ocasiones nadie le presta atención ni a la calidad del colchón, ni a la de la almohada. Ambos son la base de nuestro sueño por lo que es vital que estén en perfecto estado para que durmamos correctamente. Segundo porque ni se suele controlar la entrada de luz, ni la temperatura, dos hechos fundamentales para controlar mejor la melatonina y también para tener ese sueño reparador que tanto ansiamos.

¿Influye mi edad a la hora de dormir bien?

No. Su edad influye a nivel de número de horas de sueño pero no en la calidad del mismo. Si es una persona mayor parece más lógico que su cerebro no necesitará tanto tiempo para recuperarse de una vida quizás más tranquila que la que tenía cuando era joven. El proceso es más rápido y su cuerpo mejorará en menos horas. Ahora bien, sigue siendo vital tener ese sueño reparador independientemente de su edad.

Pero ¿De qué habla cuando dice que el cerebro “reinicia” mi cuerpo mientras duermo?

Cuando duerme no sólo está descansando. Su organismo, en especial su sistema circulatorio, nervioso y muscular, necesita “bajar el ritmo” para llevar a cabo una serie de “reparaciones” de aquellos problemas que han ido surgiendo durante el día. Gracias a esta especie de “parada técnica” usted se habrá dado cuenta de que esa molestia que tenía, esa dificultad para pensar o ese problemilla se ha resuelto tras dormir correctamente. Aquí reside la importancia de poder dormir correctamente.

Por lo tanto, sería conveniente que empezara a no pensar en dormir como una acción más que hacemos durante el día sino en considerarla un proceso natural, necesario, reconstituyente y fundamental para tener salud. De esta forma podrá cambiar su punto de vista y seguir los consejos que para conseguirlo hemos recopilado para usted en otras secciones de esta misma web.

Siguiéndolos logrará dormir bien, de forma más natural y sobre todo levantarse “como nuevo/a”, objetivo este último complicado de conseguir pero que con un poco de constancia y rutina es fácilmente alcanzable por cualquier persona. Esperamos haberle ayudado a caer en la cuenta de que dormir es la única manera de conseguir que su cuerpo mantenga su nivel físico y de que su cerebro recupere la concentración y la efectividad necesarias para enfrentarse, con éxito, a un nuevo, y productivo,  día.

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