Música contra el insomnio

Música contra el insomnio

Está demostrado científicamente que la música es mucho más que un arte enfocado al mero entretenimiento: tiene propiedades sanadoras y terapéuticas que pueden ayudar a las personas en infinidad de aspectos —¡y también a los animales!—. Así, la música es utilizada por muchos individuos para estudiar, centrarse en el trabajo, inducir a la meditación o, sencillamente, relajarse. Una alternativa real a los productos para dormir.

En los últimos años se ha puesto de moda el término musicoterapia, que hace referencia a la disciplina que utiliza la música tanto para ayudar a las personas a desarrollar sus distintos potenciales, como a solucionar o ayudar a paliar gran variedad de enfermedades —tanto psicológicas como físicas.

La musicoterapia es cada vez más utilizada para hacer frente a patologías tan comunes como el alzhéimer, el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), el TAG (Trastorno de Ansiedad Generalizada), la fibromialgia o la depresión, por citar solo algunas de las más conocidas. Además, esta práctica lleva tiempo siendo introducida como complemento en el tratamiento de pacientes afectados por estrés postraumático.

La música y el sueño

Si tomamos los problemas y enfermedades mencionados anteriormente para compararlos con nuestro insomnio, enseguida acudirá a nuestra mente una idea: ¡mi problema no es tan grave! Pero bien es sabido que, aunque otros padezcan sufrimientos mucho mayores que los nuestros, ello no suele contribuir a que nuestro problema pierda importancia. Así que mejor cambiemos esa idea enunciada por esta otra premisa: si la música es capaz de ayudar a personas con tales enfermedades, es consecuente pensar que también será útil para luchar contra mi insomnio. Porque, en efecto, esta idea no solo es lógica, sino que es completamente verdadera.

La música incide de manera notable en el funcionamiento del sistema nervioso simpático, por lo que ayuda a reducir la ansiedad y el estrés cotidianos, además de abstraernos y suscitar emociones placenteras. Estos son solo algunos de los beneficios que la música opera sobre nuestro organismo y que están directamente relacionados con nuestro bienestar nocturno. Y es que la música no solo ayuda a conciliar el sueño, sino que también contribuye a mantener un estado de relajación prolongado, por lo que las horas que pasemos durmiendo serán mucho más reparadoras. Ello repercutirá en nuestro estado tanto físico como anímico —recordemos que van de la mano indisolublemente—, ayudando así a que aumente la calidad de nuestra vida en general.

Qué tipo de música elegir

Esta es una de las cuestiones clave cuando se habla de música contra el insomnio, ya que no toda música es igual de efectiva. De hecho, hay géneros musicales que generan efectos opuestos, alterando nuestro sistema nervioso y alejándonos del necesario relax que pretendemos alcanzar. Así, podemos dividir la música apta para combatir el insomnio en tres grupos: la música clásica, la música de la naturaleza y la música enfocada a la meditación.

En cuanto a la música clásica, poco más puede decirse que no se haya dicho ya. Las armonías compuestas por algunos de los mayores genios de la humanidad son escuchadas tanto para el deleite de entendidos como de profanos, así como para suscitar la relajación, cuando no para ambos propósitos al mismo tiempo. Y es que uno de los objetivos principales cuando nos ponemos música para dormir es focalizar nuestra atención en ella, por lo que si este tipo de música es de tu agrado, no tendrás más que escoger a tu compositor preferido —Beethoven, Bach, Vivaldi, etc.—, sumirte en sus melodías y dejarte llevar.

Pero no a todo el mundo le gusta la música clásica. Para estas personas, los otros dos grupos citados son una genial alternativa. Por una parte, podemos programar para nuestra sesión nocturna grabaciones que reproduzcan los agradables sonidos de la naturaleza —del mar, el viento, el piar de los pájaros, etc.—. Este tipo de sonidos nos transportará rápidamente a un estado de placidez y relajación. Por otra parte, cada vez es más sencillo encontrar música destinada a la meditación, que puede o no incluir cánticos de monjes, dependiendo del subgénero escogido.

En YouTube y Spotify —entre otros muchos canales— abundan las listas de reproducción con estas temáticas, por lo que no te costará hacerte con unas cuantas de ellas, escucharlas y decidir qué estilo se adapta más a tus gustos y necesidades.