La importancia de una buena almohada para dormir

La importancia de una buena almohada para dormir

Para tener un descanso correcto por la noche es necesario tener en cuenta muchas cosas. La posición, el colchón, la temperatura y la humedad de la habitación… Estos factores son parte de un todo necesario para que podamos dormir bien. Uno de los puntos que más solemos descuidar son las almohadas, pero es un producto que tenemos que elegir bien según nuestras preferencias para lograr tener un sueño verdaderamente reparador y sin molestias.

En concreto, las personas que más suelen sufrir para conciliar el sueño por las noches deberían de saber que es muy beneficioso adquirir una almohada cervical. Hay que tener en cuenta que una gran parte de la población sufre o sufrirá problemas de espalda o cuello a lo largo de su vida. Y en muchas ocasiones estos dolores se podrían mitigar o eliminar con el uso de una almohada de este tipo para dormir.

Se han publicado encuestas acerca de los hábitos para dormir que nos enseñan que hay una gran disparidad de posiciones a la hora de acostarnos en nuestra cama. Es por ello que, si cada persona duerme de una manera distinta, es lógico pensar que cada persona necesita una almohada distinta. Por suerte, hay almohadas cervicales que están diseñadas específicamente para cada una de las posiciones que adoptamos al dormir.

Las que se diseñan para las personas que duermen boca abajo suelen ser más blandas y procuran que haya una correcta alineación de la columna con el cuello y la cabeza. Las que son específicas para las personas que duermen boca arriba tienen como objetivo principal alojar la cabeza correctamente y procurar un apoyo correcto de los hombros sobre el colchón. Las almohadas cervicales que son especiales para los que duermen de lado buscan una mezcla de características que se quedan a mitad de camino entre las dos anteriores.

Este tipo de almohadas no solo son recomendables para los que sufren dolores al dormir. Se ha comprobado que, en algunos casos, son beneficiosas para luchar contra problemas como los ronquidos o los dolores de cabeza. Además, son recomendables como complemento a la rehabilitación tras cualquier tipo de lesión muscular de la zona de la espalda, los hombros o el cuello.

En cuanto a los materiales con los que se fabrican estas almohadas destacan dos. De hecho, estos materiales coinciden con dos de los más utilizados para la fabricación de colchones. Estos son el látex y la espuma viscoelástica. Ambos, con algunas diferencias en determinados aspectos, son materiales elásticos que recuperan su forma cuando cesa la presión que se ejerce sobre ellos. Esta propiedad sirve para distribuir el peso en la almohada sin crear puntos de presión, evitando posiciones incómodas.

En definitiva, deberíamos de plantearnos si debemos seguir con esa vieja almohada aplastada que no cambiamos hace 5 años o es preferible optar por una nueva almohada cervical que nos ayude a conciliar el sueño de una forma mucho más efectiva. Nosotros lo tenemos claro. ¿Y tú?

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